¿Cómo ser electricista? Requisitos, sueldo y cursos

La mejor forma de ser electricista pasa por apostar por una formación de calidad. En el mercado académico existen títulos de formación profesional a los que se puede acceder teniendo aprobado el nivel de la ESO o el de bachillerato según el caso, por lo que los principales requisitos para ser electricista pasan por tener interés por la electricidad y las materias que son necesarias dominar para desempeñar esta función. El sueldo de un electricista se encuentra próximo a los 1.300 euros. Además, existen también en el mercado cursos con los que los aspirantes a electricista pueden obtener unos conocimientos muy útiles para trabajar en un futuro (Post relacionado «Cursos de chapa y pintura»).


Lo cierto es que el papel que desempeña un electricista está muy presente en la vida cotidiana de los ciudadanos porque sus principales funciones pasan por solucionar problemas que, en muchas ocasiones, están presentes en los hogares. El trabajo del electricista también tiene incidencia en cuestiones básicas del día a día porque la potencia eléctrica está presente en todos los ámbitos de la vida. Es por esto que se puede afirmar con rotundidad que el electricista es una parte importante de la sociedad actual en la que vivimos.

Qué hace un electricista


El trabajo de un electricista consiste en asegurar, primero, la instalación de servicios eléctricos y, después, su correcto mantenimiento asegurando su adecuado funcionamiento. Estos servicios se suelen encargar del suministro de fuentes de alimentación como son la calefacción, la electricidad y la iluminación. Es costumbre encontrar dentro del mercado laboral a electricistas que desempeñan su labor en una variedad de edificios y construcciones muy amplias tales como pueden ser centrales eléctricas, casas, hospitales, fábricas, oficinas y sedes de organismos.
Tampoco es raro encontrar a electricistas que se especializan en el arreglo y reparación de fallos que se pueden producir en instalaciones que se encuentran en las empresas y en los hogares. De la misma forma, hay profesionales que tienen como cometido la reparación de equipos eléctricos que están en industrias ingenieras y manufactureras. Los electricistas, por tanto, encuentran acomodo laboral en muchos edificios encargándose del mantenimiento e instalación de sus servicios eléctricos.
Esto implica que material como diversos equipamientos, cables, instalaciones eléctricas, cableado, conductos de metal, aparatos de maniobra y contadores son habituales en el día a día del electricista, ya sea en nuevas edificaciones o en edificios que acumulen algunos años. También es habitual encontrar como los electricistas emplean planos y dibujos técnicos con los que supervisan las zonas de una determinada construcción, como puede ser un edificio, en las que se necesita actuar por alguna incidencia relacionada con la electricidad.

Adelantar trabajo                          

Por tanto, un electricista tiene que ser capaz de interpretar instrucciones y acertar en trabajos que tienen que ver con la ejecución del cableado, la colocación de luces, interruptores, enchufes u otros dispositivos y la distribución del sistema eléctrico dentro de la construcción. Cuando se trata de arreglos a menor escala, los profesionales de la electricidad tienen ante sí la oportunidad de planificar su trabajo con mayor antelación y orden.
Además, cuando la labor del electricista está relacionada con, por ejemplo, colocar cableado o medirlo, cortarlo o unirlo es habitual que se empleen algunas herramientas de trabajo eléctricas o manuales. Es el caso de taladros, alicates, sierras o destornilladores. No es raro que en los trabajos que se llevan a cabo dentro de edificios antiguos que requieren algún tipo de reparación y restauración de su sistema eléctrico los electricistas apuesten por eliminar el anterior sistema antes de disponer el nuevo cableado.
Por el trabajo que implica, la labor del electricista suele llevar aparejada un gran desgaste físico porque en ocasiones estos trabajadores se ven en la necesidad de tener que perforar agujeros o levantar tablones u otros materiales. Por otra parte, resulta muy recomendable que los electricistas dediquen unos minutos al inicio de su jornada laboral a ordenar los equipamientos y el material que van a necesitar para realizar el trabajo que tiene por delante.

Prevención y seguridad

Dentro de la fase inicial del trabajo de un electricista, también es interesante supervisar y, en ocasiones, aislar debidamente el sistema eléctrico sobre que el que se va a trabajar. Esta tarea incluye también la comprobación milimétrica de que los sistemas eléctricos que va a manipular el profesional estén debidamente instalados y de forma correcta, así como garantizar que todos los circuitos reúnan las condiciones aconsejables de seguridad. Esto reducirá sobremanera el riesgo de que se produzcan electrocutaciones u otras vicisitudes que se deben evitar.
En el caso de los electricistas de averías, su función principal será la de reparar roturas, problemas o averías que puedan surgir en aparatos que se encuentren en casas u oficinas. Aquí el trabajo consistirá en acudir al lugar en el que se encuentre la instalación que se debe revisar y, lo primero, realizar un diagnóstico de la situación para, después, acometer la reparación que resulte necesaria tras haber aislado como merece el circuito sobre el que se va a trabajar.
Existen ocasiones en las que al problema existente únicamente se puede dar con él cuando se evalúa la zona. Es habitual que esto suceda cuando se trata de problemas que aparecen en circuitos electrónicos. En estas incidencias el electricista tiene que emplear utensilios aislantes y elegir el equipamiento que resulte necesario para detectar la avería que debe ser resuelta.

Requisitos para ser electricista

El principal requisito para convertirse en electricista tiene que ser tener un interés real por el mundo de la electricidad y todo lo que lo rodea. Al margen de ello, es importante que el candidato apueste por una formación de calidad. El título «técnico en instalaciones eléctricas y automáticas» permite ser electricista con su aprobación. Se puede acceder a él teniendo aprobada la ESO o con la prueba de acceso a ciclos formativos para mayores de 17 años. Los alumnos reciben 2.000 horas lectivas y tienen que hacer otras 350 de prácticas en empresas.
Otra enseñanza es la de «técnico superior en sistemas electrotécnicos y automatizados». Se puede acceder a ella por medio de cualquiera de las ramas del bachillerato, a través de otros ciclos formativos de grado medio o superior o superando la prueba de acceso a ciclos formativos para mayores de 19 años. Los alumnos reciben 2.000 horas lectivas y tienen que realizar 220 horas de prácticas en empresas.

Sueldo de un electricista

El sueldo de un electricista en España en la actualidad se sitúa de media en los 1.300 euros, lo que repartido a lo largo de 14 pagas, como es habitual, se traduce en que la retribución anual neta se coloca rondando los 19.000 euros. No obstante, el sueldo es una cuestión que variará en función del tipo de empresa para que el trabaje el profesional y las funciones concretas que éste desempeñe.

Cursos de electricidad

Colegio Criminólogos

Uno de los cursos más interesantes en el mercado es el que organiza la Asociación Profesional Colegial de Criminólogos de España bajo el nombre «Mantenimiento de Electrodomésticos». Tiene un precio de 1.690 euros. Este curso se imparte en modalidad exclusivamente online y presenta 500 horas de duración. La organización apunta que la duración de este curso es flexible y se puede adaptar a las necesidades concretas que pueda presentar cada alumno.

SEAS

Otra opción interesante que existe en el mercado es la que lleva por título «Experto en Mantenimiento Electrónico». Lo organiza SEAS en modalidad online. Los alumnos tienen la oportunidad de realizar prácticas en empresas y pueden acceder a un campus virtual online en el que pueden tener contacto con los profesores del curso y realizar consultas, así como hacer autoevaluaciones. Los interesados en cursar este título deben tener más de 21 años. Además, los trabajos que se encuentren en activo pueden gozar de bonificaciones existentes para empresas.

Javier Lorente Murillo