¿Cuáles son las mejores pilas recargables del mercado? Entra y compara

En la actualidad, vivimos enganchados a las tecnologías y, necesariamente, a la energía, bien mediante cable, bien mediante baterías. Es cierto que muchos de los aparatos actuales, por ejemplo, los teléfonos o las video consolas suelen contar con baterías de litio recargables. Algo similar ocurre con las cámaras de fotos, que tienen sus propias baterías. Pero ¿qué pasa cuando tenemos que ponerle pilas a los juguetes del niño, al termostato o al mando de la televisión? Si te das una vuelta por tu casa verás que aún hay muchos aparatos que funcionan con pilas y será entonces cuándo te preguntes si merece la pena usar pilas recargables.

pilas recargables
pilas recargables

Qué son las pilas recargables

Como su propio nombre indica, las pilas recargables son eso: baterías que puedes recargar gracias a su sistema de carga, ampliando así su duración y, sobre todo, sabiendo -en muchas de ellas- cuánta carga tienen aún. En la actualidad encontramos todo un mundo de pilas: de botón, alcalinas, de litio, recargables… y de varios tamaños. Pero la verdadera diferencia está en las recargables frente a las convencionales clinica quiropractica.

Es cierto que son más caras que las normales, pero solo inicialmente y ya que también tendrás que comprar un cargador para su recarga. Pero esto solo es al inicio. En seguida verás que tu economía se recupera y que el desembolso inicial es cubierto en poco tiempo. Tan solo debes pensar que las pilas recargables tienen una vida útil muy superior y que se pueden usar hasta 1000 veces.

Así que las pilas recargables son, simple y llanamente, eso: pilas con la capacidad de recargar su energía en un periodo limitado de veces que aumentan la capacidad energética de las convencionales y te ayudan a ahorrar en casa. Además de favorecer el medio ambiente, ya que no tendrás que tirarlas con tanta frecuencia.

Ventajas frente a las pilas normales

Aunque ya hemos comentado algunas de las ventajas que ofrecen las pilas recargables frente a las normales, vamos explicar más claramente cuales son estas:

  1. Ahorro económico: ya hemos dicho que inicialmente son más caras, sobre todo por la necesidad de comprar un cargador. Pero una vez hecho esto, tan solo tendrás que cargarlas para volver a tener la energía a tope. Además, cuando la vida útil de tus pilas llegue a su fin (unas 1000 cargas), ya solo tendrá que comprar las pilas pues el cargador debe valerte para las nuevas.
  2. Siempre tendrás pilas: no sé a vosotros, pero a este que escribe no hay nada que le de más coraje que quedarse sin pilas en el mando de la televisión. Por suerte, hace mucho que eso ya no me sucede, pues tengo pilas recargables dispuestas para un cambio repentino.
  3. Puedes saber cuánta energía le quedan a tus pilas: es cierto que no en todos los modelos, pero muchas pilas ofrecen la opción de conocer la carga que le queda. Esto es muy positivo, sobre todo si tienes, por ejemplo, tienes puertas electrónicas y vas a irte por un largo periodo de tiempo. O si estás ya desesperado con el teclado de sonidos animales de tu hijo…
  4. Economía sostenible: las pilas son necesarias en la actualidad para el funcionamiento de muchos aparatos. Desgraciadamente el daño medio ambiental que supone un mal desecho de las mismas es tan alto que sus efectos perduran por siglos. Sin embargo, al usar pilas recargables tendrás que acudir en menos ocasiones al punto de reciclaje y habrá menos opciones de que terminen en cualquier bosque de nuestro país. Así, además de cuidar tu economía doméstica ahorrando costes, estarás ayudando a cuidar el planeta.

Tipos de pilas recargables

Existen varios tipos de pilas recargables en el mercado, siendo las más comunes:

  • Pilas recargables de NiCd (Níquel-Cadmio): son las más baratas y son las primeras que aparecieron, pero arrastran un problema ya que los restos de cargas anteriores se quedan en la pila reduciendo la duración de las mismas en cada carga. Además, solo permiten 500 recargas, por lo que su vida útil es mucho menor, sobre todo porque cada nueva carga tendrá menos durabilidad que la anterior.
  • Pilas recargables de NiMH (Níquel-MetalHidruro): actualmente son las más comunes en el mercado ya que tienen más vida útil, más capacidad de carga y mayor número de recargas (casi el doble que las anteriores). Además, cuentan con otra ventaja: no debes agotarlas completamente para volver a cargarlas ya que no guardan los restos de la carga anterior.
  • Las baterías de LiIon (Litio-Ión): sin duda son la mejor opción, ya que son las que más capacidad tienen, además de ofrecer una duración mayor en su vida útil y son capaces de una mucho mayor carga energética. Sin embargo, son las más caras y es complicado conseguirlas en los tamaños de pila más comunes en nuestro país: AA y AAA.

Javier Lorente Murillo