La importancia de la privacidad y protección de datos en la era digital

La sociedad está cambiando progresivamente su espacio de actuación. Del mundo físico a lo digital, una tendencia que conlleva una serie de cambios y adaptaciones desde diferentes perspectivas, entre ellas la seguridad. Los ciudadanos que navegan en Internet dejan una huella imborrable que identifica datos privados de índole financiera y personal, y ante los que hay que buscar medidas de protección. Esta necesidad abarca todos los sectores. La compra online, el registro en la sede electrónica de una institución pública o el consumo de ocio en los casinos online son algunos ejemplos. La importancia en materia de seguridad es evidente y el público puede encontrar en estas opciones ejemplos de cómo las plataformas online buscan fórmulas para garantizarla. 

La importancia de la privacidad y la protección de datos en la actual era digital ha ido aumentando de forma paulatina, a medida que un creciente número de personas han trasladado muchas de sus acciones cotidianas al ordenador y, principalmente, al teléfono móvil. Una acción tan simple como realizar un pedido en un comercio electrónico, a fin de que llegue mañana al domicilio, implica la entrega de una serie de información personal que, si llega a las manos de ciberdelincuentes, puede tener graves consecuencias para la persona afectada. 

El registro en una plataforma de estas características implica la aportación de datos personales, como el nombre completo o la dirección de la vivienda, y otros financieros. Se requiere de una tarjeta bancaria o de una cuenta en un banco virtual para efectuar el pago, por lo que sí hay una fuga de esta información hacia un tercero, este puede realizar un robo de dinero. La víctima puede no darse cuenta de esta situación, ni en el momento de la sustracción ni durante los siguientes días; por lo que la gravedad del asunto aumenta. Con el objetivo de evitarlo y garantizar la seguridad de sus clientes, las entidades bancarias, tanto las convencionales que han dado el paso hacia la digitalización como aquellas que han nacido en Internet, han puesto muchos esfuerzos. La tecnología es cada vez más potente en este sentido y las compañías utilizan potentes códigos de encriptación y otros mecanismos de seguridad para garantizar que el usuario puede mover capitales y aportar sus datos personales sin riesgo. 

Uso de la información

La sustracción de dinero parece, a simple vista, el principal riesgo al que un usuario se expondría sin las adecuadas medidas de seguridad en un sitio web o aplicación. En cambio, ni es el único ni es hegemónico. Tanto empresa como los propios gobiernos pueden utilizar la información personal para manejarla según sus intereses, siempre y cuando accedan a ella. Campañas intrusivas de publicidad (conocidas popularmente como ‘spam’), estudios de mercados con datos no autorizados o manipulación de las opiniones son algunos de los riesgos a los que nos exponemos todos los internautas si no accedemos a sitios seguros. 

El robo de la identidad es otro de los problemas asociados a la falta de protección en el ámbito digital y que ha adquirido una importancia creciente en los últimos años. Los ciberdelincuentes también recurren al acoso o la extorsión, que son también motivos de peso para exigir una mejor respuesta a este problema.  

Javier Lorente Murillo

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